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Enano gigante
La secuencia del bote de Tyrion junto a Ser Jorah Mormont es la confirmación del astuto intelecto del medio hombre. Gracias a su testarudez consigue librarse de la mordaza que lo retiene con la boca cerrada. Acto seguido, sin más información que la que pueden conseguir sus sentidos, consigue resolver quién es su raptor, hacia dónde se dirigen y cuales son sus intenciones.
Se nos vuelve a mostrar ese carácter ladino, sagaz y deductivo de Tyrion Lannister. Desde sus lejanos diálogos en las primeras temporadas o en su corrupto juicio, no se veía una secuencia que plasmara las mejores dotes del enano. Normal que sin lidiar palabra, con su plan despilfarrado por las aguas de la Bahía de los Esclavos, lo único que le queda al exiliado es exteriorizar su ira contra su único acompañante.
Bonnie y Clyde
Jaime nunca llegó a pisar Dorne en su versión literaria, así que toda esta nueva trama es bienvenida como una brisa fresca. Más si su acompañante es Ser Bronn del Aguasnegras.
Tras un fuerte almuerzo viperino, vemos una buena escena de lucha, con un final que todos imaginábamos, con un Bronn barrio bajero sobrado y con un Jaime mermado obligado a zurdear. Dicen que frotar una estatua de oro trae buena suerte, si el oro forma parte de ti a todas horas y tu apellido es Lannister, tienes todas las de ganar el concurso de la lotería o de parar un sablazo que iba a hendir tu delicado cráneo.
Mientras tanto en esos mismos lares se presentan a filas las hijas de Oberyn Martel: Nymeria (Nym), Obara y Tyene, la única que es hija de Elaria Arena. Elaria quiere venganza, a pesar de la negativa del Príncipe Doran a entrar en guerra con los Lannister. Pretende usar a Myrcella para iniciar el conflicto cuando descubre que el mismo Jaime Lannister en persona ha entrado clandestinamente en Dorne para rescatar a su hija. El encuentro entre ambas facciones es inminente.
La Fe Militante resurge de sus cenizas
Cersei, a fin de asegurar la bendición de la Fe y los Siete para su hijo, permite que el Gorrión Supremo restaure la Fe Militante. Este brazo violento de la Fe no había existido en el reino desde hacía siglos. Fue disuelta por Jaehaerys el Conciliador, posteriormente a todos los problemas que causaron a nobles y burgueses durante los reinados de Aerys I y Maegor el Cruel.
Los gorriones en este momento se convierten en la Fe Militante, dividida en la orden de los Clérigos Humildes -los que aceptan miembros de todos los rangos de la sociedad, independientemente de su nacimiento, sexo o estatus- y la orden de los Hijos de Guerrero -sólo para caballeros ungidos-. Las similitudes con la Inquisición son extremas.
La nueva mano armada de la Fe destruye bienes, burdeles, ídolos de dioses que no sean los Siete. Incluso arrasa con grandes caballeros como Loras Tyrell o se atreve a imponerse al mismísimo Rey.
Ser Loras Tyrell es arrestado y encarcelado por los pecados y prácticas alejadas de la heterosexualidad propia de la doctrina de la Fe (como pasa hoy en día en bastantes países desarrollados). Un personaje de lo más interesante en los libros y de los mejores caballeros de los Siete Reinos que aquí nunca termina su periplo de despropósitos. La HBO le tiene manía.
Margaery y Tommen tienen la primera discusión de recién casados cuando la reina descubre que los gorriones tienen encerrado a su amado hermano. El Rey, en un asalto por demostrarle hombría y poder, se desplaza para hablar con el Gorrión Supremo sobre la liberación de su cuñado. No sólo no consigue hablar con él ni liberar a Loras, sino que queda retratado delante de todo el pueblo presente. Con un vacío de personalidad y carácter, como un perro ahuyentado, el niño rey vuelve con la cabeza caída entre las faldas de su herida mujer. Y es que ya lo decíamos: Cersei Lannister 1 – Margaery Tyrell 0.
¡Cómo se echa de menos un Joffrey en estos momentos! Quién lo diría… Un Joffrey nos hubiera ofrecido un baile de vísceras, espadas ensangrentadas y huesos rotos.
Las húmedas tumbas y los oscuros corredores de las criptas de Invernalia son el lugar idóneo para maquinar. Sansa, junto a la tumba de su desaparecida tía Lyanna, es objeto de manejo (de nuevo) por las líricas palabras de Peter Baelish. Éste debe comparecer de inmediato en presencia de la irascible Cersei en Desembarco de Rey, dejando sola a Sansa en medio de un castillo lleno de carroñeros.
Sansa, consciente del apoyo que significa Meñique para ella en esos momentos, lejos de ser una relación paterno-filial con más señales de síndrome de estocolmo que otra cosa, recibe de buen gusto las instrucciones que habitan la mente de Peter junto a un beso de convenio.
Lord Baelish expone su estrategia apoyando la cruzada que Stannis llevará a cabo en Invernalia, acabando con los Bolton y dejando a Sansa como Guardiana del Norte gracias al apellido Stark. Mientras, él necesita viajar a la capital a fortalecer su alianza con la reina madre.
Sin embargo, esa parte de la trama de Invernalia queda totalmente eclipsada cuando Meñique cuenta la historia del famoso Torneo de Harrenhal. Una gran mayoría de los teleespectadores (incluso algunos lectores) les habrá costado seguir la narración, o tal vez se habrán perdido en ella. Recomiendo encarecidamente la revisualización de la escena, hay más información sobre el presente en esas líneas que en ningún otro lugar.
El Torneo de Harrenhal fue un torneo celebrado por Lord Walter Whent en honor a su hija y su casa. Celebrado durante diez días, es el torneo más famoso de la historia de los Siete Reinos. Asistieron el mismo rey Aerys II Targaryen -El Rey Loco-, Ser Gerold Hightower -Lord Comandante de la Guardia Real de entonces-, Ser Barristan Selmy -actual Caballero Real de Daenerys Targaryen-, Ser Arthur Dayne -La Espada del Amanecer, legendario caballero miembro de la Guardia Real y el mejor amigo del príncipe Rhaegar Targaryen-, Robert Baratheon, Jon Arryn -esposo de Lysa Stark-, Mace Tyrell -actual consejero de la moneda de Desembarco de Rey-, Brandon Stark -hermano mayor de Ned-, Eddard Stark, Benjen Stark, Lyanna Stark, la princesa Elia Martell, Howland Reed y el mismo príncipe Rhaegar Targaryen, el cual se coronó vencedor del Torneo.
Al terminar las justas tubo lugar el acto que acabaría provocando una gran guerra y la casi extinción de la dinastía real Targaryen. El príncipe Rhaegar coronó a Lyanna Stark como Reina del Amor y la Belleza, dándole la corona de vencedor de rosas invernales, pasando de largo de su esposa presente Elia Martell (hermana de Oberyn) de Dorne.
El escándalo no se quedó ahí, ya que además Lyanna estaba prometida con el temperamental Robert Baratheon también presente en las gradas. La indiscreción de Rhaegar culminó con el «supuesto» secuestro de Lyanna, su violación y muerte, provocando la Guerra del Usurpador y todos los acontecimientos posteriores que conocemos.
Meñique cuenta toda la historia cómo él la vivió, ya que también estaba allí. Recomiendo ver de nuevo el trozo en que Sansa asqueada dice algo parecido a (refiriéndose a Rhaegar y Lyanna): «la secuestró, la violó y la mató«. Prestad atención en la cara de Baelish.
Ese detalle hace referencia sin duda a la mayor teoría de Canción de Hielo y Fuego en lo que hace referencia a la relación entre Lyanna y Rhaegar y que por consiguiente se extiende hasta los mismos cimientos de la saga e incluso su futuro.
George R.R. Martin se caracteriza por ir dejando al paso de su tinta pequeñas migajas y pistas para los lectores más concentrados que pueden pasar por alto; en cambio la HBO va a tiro limpio, sin huellas ni rodeos, con pocas conjeturas. La cara de Peter no deja margen para las dudas.
Sex ghost in The Wall
Mientras Melisandre intenta convencer de sus principios al Lord Comandante mediante artes más oscuras que las habituales en una bruja, Stannis Baratheon está preparando su marcha sobre Invernalia.
Vemos en el mapa estratégico los bastiones de los Bolton: Invernalia, Fuerte Terror y Foso Cailin, así como la flota de Ser Davos preparada para el abordaje. La batalla parece inminente.
Stannis además de gran combatiente, muestra por primera vez su lado más humano. En una íntima conversación con su hija, narra la historia de la muñeca que transmitió la enfermedad psoriagrís a su rostro y la lucha de su padre hasta detener definitivamente el avance de dicha malformación. Unas palabras dulces que alegran sobremanera la pequeña y desvalida princesa Shireen mientras se nos muestran unos rasgos sensibles que no conocíamos del estoico rey.
Los Hijos de la Arpía
La trama correspondiente al título del capítulo queda a la espera hasta el final. Y qué final.
El terrorismo callejero de los Hijos de la Arpía llega al extremo de convertir uno de los asesinatos habituales en una trampa encarnizada cuando aparece un grupo de Inmaculados a interceder en la reyerta. El grupo de arpías es numeroso, pero me ha sorprendido la facilidad con la que se han encargado de la mayoría de la teórica mejor infantería de Essos.
La escaramuza va avanzando hasta que vemos a Gusano Gris entre los guerreros. No puede morir Gusano Gris, no aún. Nos tememos lo peor. Recibe varias puñaladas pero él da muchas más, por algo es el líder de los Inmaculados y una de las manos de la reina dragón.
Mientras van muriendo eunucos y arpías, Gusano Gris va perdiendo fuelle hasta que aparece Ser Barristan Selmy a socorrerle. Se nos había contado que el caballero de pelo blanco era -o había sido- uno de los mejores guerreros de los Siete Reinos. Ahora vemos su reputación hecha realidad. Con una ejecución sublime del arte de la espada Barristan barre arpía a arpía que se entromete en su camino. Pero su cuerpo ya no es joven y fuerte como antaño.
Cuando parece que va a terminar con un Selmy victorioso, es mal herido por uno de los revolucionarios esclavistas. Un final de capítulo muy delicado y tenso, los dos protectores de Daenerys heridos de gravedad y con una gran cantidad de cadáveres que muestra la realidad del conflicto entre los libertos y los esclavistas.
¿Alguno de los dos guardias perecerá? ¿Se quedará Danny sin la experiencia, sabiduría y consejos de Ser Barristan Selmy? ¿Ni con el estoico Gusano Gris?
Lo que está claro es que la Madre de Dragones debe tomar una decisión convincente en lo que a reabrir los pozos de lucha se refiere o los Hijos de la Arpía no se detendrán hasta introducir el caos en la misma cama en la que duerme la reina conquistadora.